
Ondeado
María Rébora y Santiago Rojas
Las imágenes de esta exposición pertenecen al secreto interno que las nombra. María Rébora y Santiago Rojas hallaron en su archivo fotográfico un portal hacia la abstracción de la realidad inocua. Ante el beso nocturno de cualquier fiesta, María dispone la visión al azar de la impresión de la luz en su cámara instantánea; mientras Santiago pasea por la Ciudad, la arquitectura ya no pertenece al horizonte, se captura, se roba y se manifiesta lisérgica.
Ambos artistas manipulan la imagen “original” acorde con las sensaciones que nacen ocultas, que, más allá de generar una respuesta, procuran incógnitas. Son los códigos como el color, la relación conceptual de lo tangible con la deformación de la obra y la alteración de la percepción lo que hace de Ondeado una exposición unitaria bajo el orden del caos, el derretimiento de lo aprendido y el deseo por lo que subyace.
El erotismo en la obra de Rébora se transforma en un paisaje que yuxtapone el fenómeno, la voluntad y el fluido que se manifiesta al besar. Las conexiones sensoriales se logran en impresiones en acrílico o cromos lenticulares que funcionan como puentes por donde el espectador puede pasar de la tensión al deseo, de lo revelado a lo secreto, hasta impactarse con la utopía mística del beso.
A Rojas, la fotografía le devolvió el asombro por lo finito del mundo. La insistencia de sus experiencias psicodélicas consolidó la inestabilidad de su imagen, así como su proceso para convertir lo cotidiano en una obra de arte. Al ver la disrupción de sus paisajes, se pronuncia la curiosidad por entrar a un lugar que deja inconclusa la forma concreta de las cosas; que deja en segundo plano el flujo social que roba nuestra sensibilidad a diario.
Ondeado: un acercamiento a la irrealidad en la que vivimos.
Antonio Moreno

ARTISTA